Mi mamá me ha dicho en diversas oportunidades que guardarse un halago es quedarse con algo que le pertenece a otro. Los que la conocen, coincidirán en que es un fiel reflejo de ella, ya que es una persona muy dulce y buena. Cualidades que, como sabrán, no me caracterizan. La realidad es que no voy por la vida diciéndole al mundo todo lo bonito que es. A veces lo pienso y me arrepiento de que algún que otro profesor no se haya enterado jamás lo feliz que me hacían sus clases, o alguna que otra amiga que no se entere lo mucho que me divierto escuchando sus relatos.
Está bueno recibir halagos, pero no es común. No es común porque suele dar pudor decirle al otro cosas bonitas. Supongo que es principalmente, porque uno siempre tiene ese miedo de que el otro piense que está queriendo adularlo con algún interés o que en el fondo siente algo más..o algo menos y está fingiendo. Uno no se cree las cosas lindas fácilmente.
Ahora eso sí...las cosas malas sí las creemos enseguida...no?
De esas no dudamos.
Las cosas malas son mucho más fáciles de creer que las buenas.
Lamentablemente tampoco soy de decir las cosas malas. Y digo lamentablemente porque a veces "haría bien a la terapia" manifestar eso que uno siente.
Me hubiese encantando tener los ovarios necesarios para responder "la verdad, estoy como el orto" cuando la persona culpable de mi triste estado de ánimo me preguntó cómo estaba.
Estoy como el orto.
Lo digo, lo leo en voz alta, lo repito y siento que me desahogo pero es todo mentira. No me desahogo nada...
Siempre tenemos el miedo de lastimar, de joder, de incomodar y preferimos lastimarnos, jodernos e incomodarnos a nosotros mismos.
La vida debería tener un día en el que obligatoriamente digamos todo lo que pensamos. Lo bueno y lo malo. Como cuando decimos feliz año nuevo. Es como obligatorio...o feliz navidad.. o feliz cumpleaños.
Por ejemplo, el día obligatorio para que me digan "feliz cumpleaños" es el 17 de febrero. El día para que obligatoriamente me digan lo que piensan es...no sé...el 9 de septiembre.
Entonces los 9 del 9 es el día en que me dicen todo lo lindo y todo lo feo.
Uno también puede utilizarlo como método de auto-evaluación. Si recibió más críticas que halagos hay algo que está fallando: O la personalidad..o la junta!
Piénsenlo!
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3 comentarios:
fuiste cobarde al proponer la fecha como el 9/9.. falta un montonazo para q llegue ese dia!!!!..jeje.. y para cuando llegue ese dia.. la gente ya no se va a acordar q es el dia para decirte las cosas malas y buenas.. sos piola natalia antonelllllla eh!!.. sos piolaaaaaaa!!
besos
todo tiene un por qué valecita...todo tiene un por qué.
Igual claramente soy cobarde.
¡¿Dónde estás?!
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